Separar la yema y las claras del huevo
- Detalles
- Categoría: Trucos de cocina
Todos hemos pasado por la situación en nuestros primeros pasos en cocina y sobre todo en repostería. De repente pone en la receta “separar las claras y las yemas de huevo” y tú con cara de asombro y miedo, no sabes qué hacer. No te apures nadie nace aprendido, pero es frustrante ir pasando la clara de la cáscara al bol para intentar quitarla y que al final se acabe cayendo.
Así que aquí va una recopilación de sistemas que puedes utilizar para separar las yemas y las claras, sin utilizar separadores de yemas o similares, si ya tienes uno, es normal que lo utilices.
Utilizando una botella de agua vacía.
Este primer método ha decaído en los últimos años debido a su carácter antihigiénico, así que recomendamos fregar bien la botella antes de hacerlo. En su momento llegó a ser noticia y todo.
Si la apretamos para que expulse algo de aire, la colocamos sobre la yema y soltamos, la absorberá dentro del recipiente. Para sacarla basta con inclinar la botella hasta que salga. Este método cayó en desuso debido a que no se considera demasiado higiénico el utilizar una botella de la que has bebido para cocinar, así que recomendamos lavar la botella antes de usarla para esto.
Utilizar una rasera de “araña” o rejilla.
Echando el huevo sobre la rasera, la clara se escurrirá a través de los espacios de la superficie, dejando la yema en la rasera, lista para usar. Este método depende de la rasera que tengamos y del tamaño de la yema del huevo. Por supuesto pon un plato debajo para que caiga la clara.
Cogerla con una cuchara sopera.
Si echamos el huevo a un vaso o recipiente estrecho la yema flotará un poco en la clara y podremos recogerla con una cuchara ancha. Hay que tener cuidado de no pinchar la yema al intentar hacerlo. Lo que aconsejamos es hacerlo repetidas veces en el mismo recipiente, para que la yema flote en el resto de claras y sea más fácil de coger.
Con la parte no cortante de un rayador.
Si disponemos de un rayador de agujeros anchos echamos el huevo en la cara no cortante. La clara se irá escurriendo por los agujeros de esto y si meneamos poco a poco se irá escurriendo la parte más densa de la clara. Cuidad con moverlo demasiado, ya que la yema podría cortarse y desparramarse. Si tenemos un rayador como el de la foto mejor, ya que aunque cueste un poco más (Los agujeros no son muy grandes) la yema no se cortara con el filo al estar más alejado.
Usando un colador
Este sistema es similar al de la rasera. Si tenemos un colador de agujeros anchos o rejilla amplia podemos echar el huevo para que la clara resbale por los poros y conservemos la yema.
Con la mano.
La verdad es que este método sólo lo hemos probado para escribir el post, nunca con las recetas ya que nos parece… poco higiénico. Pero sí que lo hemos visto recomendado varias veces y no queremos ser menos. Si tras lavarse debidamente las manos con agua y jabón lo quiere intentar, adelante. Consiste en lo siguiente, poniendo la mano en forma de cazo y dejando pequeños espacios entre los dedos, echamos el huevo entre la palma y los dedos, para que la clara resbale entre estos, hasta quedarnos sólo con la yema.